La población de Bocono, es la segunda ciudad en importancia del estado Trujillo, con su flameante bandera del agroturismo, también es conocida como la “Ciudad Jardín de Venezuela”; pues al salir desde Guanare debemos pasar primero por Biscucuy, luego Campo Elías, Batatal, y les recomiendo degustar exquisitos pastelitos andinos en la mágica laguna negra, allí también podemos tomarnos fotografías con sus islotes flotantes que cambian de posición en virtud del viento; seguimos nuestro rumbo para pasar por Mosquey, y comprar champiñones directo al productor, y seguir hacia nuestro destino, donde nos esperaba la familia Azuaje. El agradable clima de montaña con su manto blanco que lo cubre, nos recuerda lo importante de cuidar la naturaleza; Visitamos el nazareno de “los pantanitos”, cuya tradición es propia de la semana mayor, donde todos los pobladores se avocan a la colecta de flores hacia el sector de las lomas, donde las orquídeas, los lirios, trinitarias de colores lila y de color rojizo, hortensias y palmas engalanarían la procesión del nazareno; Otro sitio que jamás debemos dejar de visitar es la Laguna de Los Cedros, cuya belleza es única, y excelente para acampar previo permiso de INPARQUES, propicio para hacer caminata de montaña hasta las antenas (aprox. 12,5 kilometros) en las inmediaciones del Parque Nacional Guaramacal (General Cruz Carrillo). El café de altura de esta zona tiene el tamaño y la acidez perfecta para la exportación de café a los países europeos. En este maravilloso estado andino, encontramos el mito de los “Momoyes”, duendes del folklore venezolano que existe desde antes de la llegada de los españoles, descritos como hombrecitos pequeños adornados con plumas, con sombrero de paja, y luciendo una barba larga. Son criaturas traviesas y defensoras del ambiente habitantes de lagunas y ríos, con diversas experiencias incomodas que narran los turistas por haber lanzado desperdicios en contra de la naturaleza en estos sitios. Articulo: Ken Alejandro Espinoza (correo: coturima@gmail.com)
La población de Bocono, es la segunda ciudad en importancia del estado Trujillo, con su flameante bandera del agroturismo, también es conocida como la “Ciudad Jardín de Venezuela”; pues al salir desde Guanare debemos pasar primero por Biscucuy, luego Campo Elías, Batatal, y les recomiendo degustar exquisitos pastelitos andinos en la mágica laguna negra, allí también podemos tomarnos fotografías con sus islotes flotantes que cambian de posición en virtud del viento; seguimos nuestro rumbo para pasar por Mosquey, y comprar champiñones directo al productor, y seguir hacia nuestro destino, donde nos esperaba la familia Azuaje. El agradable clima de montaña con su manto blanco que lo cubre, nos recuerda lo importante de cuidar la naturaleza; Visitamos el nazareno de “los pantanitos”, cuya tradición es propia de la semana mayor, donde todos los pobladores se avocan a la colecta de flores hacia el sector de las lomas, donde las orquídeas, los lirios, trinitarias de colores lila y de color rojizo, hortensias y palmas engalanarían la procesión del nazareno; Otro sitio que jamás debemos dejar de visitar es la Laguna de Los Cedros, cuya belleza es única, y excelente para acampar previo permiso de INPARQUES, propicio para hacer caminata de montaña hasta las antenas (aprox. 12,5 kilometros) en las inmediaciones del Parque Nacional Guaramacal (General Cruz Carrillo). El café de altura de esta zona tiene el tamaño y la acidez perfecta para la exportación de café a los países europeos. En este maravilloso estado andino, encontramos el mito de los “Momoyes”, duendes del folklore venezolano que existe desde antes de la llegada de los españoles, descritos como hombrecitos pequeños adornados con plumas, con sombrero de paja, y luciendo una barba larga. Son criaturas traviesas y defensoras del ambiente habitantes de lagunas y ríos, con diversas experiencias incomodas que narran los turistas por haber lanzado desperdicios en contra de la naturaleza en estos sitios. Articulo: Ken Alejandro Espinoza (correo: coturima@gmail.com)
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